sábado, 30 de abril de 2011

METRÓPOLIS de Fritz Lang (2/3)

La ciudad de los elegidos es otra cosa. El mundo del ocio, el atleta, el gran murallón frisado con estatuas, especie de cornisa como la de San Pedro del Vaticano. Un volver atrás en la Historia en cierto modo, que puede interpretarse casi como un contrasentido en esa realidad futura. Los jardines eternos de la alegría, que son como el Parque Güell pero en ñoño (esa puerta Art-Decó). Se trata de decorados pintados, mezcla de lo arquitectónico y lo vegetal. En ese jardín está Freder, el protagonista (con los bombachos que le prestó Tintín, y que le dan un aspecto cándido, infantil) divirtiéndose de una manera un poco aburrida, jugueteando con una chica.

Mientras, en el mundo de abajo, María la profetisa, viste de forma sencilla, pero su puesta en escena es muy interesante y le confiere un aspecto importante. Se sitúa en una especie de altar, desde el que alecciona a los obreros oprimidos.

Cuando decide adentrarse en ese mundo desconocido, Freder descubre el horror como lo descubrió Siddharta. El hijo del Rey se va clandestinamente de Palacio, y se enfrenta con la realidad. Freder es el hijo del tirano, y se va “en busca de aventuras” con un doble: Josaphat. Además de la negación del padre como en Spiderman, este mundo de la Literatura y también del cómic se integra en la historia. El hecho de que el protagonista tenga un compañero ayuda a complementar de algún modo al personaje, porque sirve de contrapunto que, por contraste en sus distintas maneras de actuar define la psicología de ambos. Hay innumerables ejemplos: Don Quijote / Sancho Panza, Tintín / Haddock, Roberto Alcázar / Pedrín, Astérix / Obélix, Batman / Robin, Mortadelo / Filemón… el caballero y su escudero.

El malo; (el padre) tiene unas puertas altísimas en su despacho, una escala monumental de puerta para alguien poderoso, como son las puertas de las iglesias. Un mobiliario insólito. Actualmente, viendo el cine de hace años, y conociendo nosotros el resultado de la evolución de la Máquina, choca ver que los objetos se distorsionen para conseguir ese efecto de modernidad. En el despacho del Señor Fredersen, hay objetos como esa papelera desmesurada, con el diseño de la época, y sobre todo el visionario “teléfono-televisión”, que nos sorprenden como anticipaciones futuristas. En el cine de Ciencia-Ficción, vemos estas retrospectivas maquinistas como algo singular. Por ejemplo en “2001. Odisea en el Espacio”, el gran ordenador, que trata de controlar el destino de la Humanidad, es enorme, sin embargo hoy la robótica tiende a la miniatura, un gran ordenador es más grande cuanto más pequeño es. Quizás el esfuerzo de construir esos grandes artefactos fuera un símbolo del poder tecnológico. Ese despacho es iluminado de forma intermitente por luces fugaces, lo que nos presenta un exterior artificialmente tormentoso y palpitante. 




















En esta realidad inventada desde el futuro, hay una estética que es grandiosa. La boca de la gran máquina, metáfora de “boca del infierno” (templo maldito de Indiana Jones), aparece retratada con una simetría evidente. La manera de mantener en funcionamiento las máquinas es costosa. Casi es una contradicción entre lo tecnológico y el necesario esfuerzo humano. Este mecanismo, se convertirá en reloj más adelante, en lo que podría ser otra metáfora, la de la lucha de Freder con el tiempo.

También está el estudio del doctor Rotwang, que trabaja al servicio del señor Fredersen, un gran laboratorio de química. Turbinas, fluidos, probetas gigantescas, la electricidad, la máquina de vapor, los nuevos inventos, relojes extraños, termómetros, cables, circuitos, aros saturnianos de energía que rodean a Hel, la robot-mujer; figura rígida, que se mantiene en posición sedente con aspecto faraónico, como en el arte arcaico de los egipcios, en el que destaca la simetría estática. La luz que late en la robot adquiere forma humana. El doctor, pronuncia una frase a lo doctor Frankenstein, dice: “Es casi perfecto. Sólo le falta un alma


Hay una contraposición de la triste bajada de los obreros, con la del perverso Fredersen y su esbirro el doctor Rotwang (el malo tiene también a su doble). Los planos que consultan estos dos, de las catacumbas podrían estar basados en los planos de las novelas de Verne o Stevenson. Hel se sitúa en el lugar de María y la suplanta, el hecho es que está en una especie de altar lleno de simbolismos que se acercan a lo religioso. A fin de cuentas, qué es la ceremonia litúrgica, sino un maravilloso espectáculo. Por si no fuera bastante con la belleza de algunas iglesias, su luz, sus colores, esos espacios que se disparan hacia arriba… también está lo sensorial del órgano y el coro (que no se mantienen a la vista de los fieles, sino que parecen venir de otro mundo), y el incienso… ciertamente la Iglesia ha sabido mantener el halo de misterio, gracias a esos efectos narcotizantes. Una atmósfera que reproduce o interpreta Lang con acierto.

María anima a los obreros, es una especie de profetisa que los incita y los mueve, en pro de la libertad. “Construiremos una torre que nos subirá a las estrellas” dice en una alusión a la Torre de Babel. Todo parece optimismo revolucionario, sin embargo los obreros se presentan como meros fieles, la iniciativa no parte de ellos –principales interesados- sino que se les atribuye (quizás) una cierta incapacidad de organización. Estos obreros no dejan de seguir a una líder. Y cuando ella le dice a Freder: “ven mañana a la Catedral”, la cuestión religiosa vuelve a hacerse presente. ¿Realmente en el futuro imaginan un mundo en que la Religión siga siendo tan fundamental, o esta Catedral es un monumento del pasado que la gran ciudad conserva? Hay algo que me chirría en este sentido, la polémica entre Iglesia y Ciencia, y el hecho de que las revoluciones sociales suelen mantenerse al margen de lo religioso, o van contra ello.

El papel de Hel se presta a más de una interpretación, es robot mujer la que controla, con lo que cabe preguntarse cuál es el papel de la mujer. ¿Es bruja, es líder? ¿Es icono? En cualquier caso es ella la que llama a la Revolución, con lo que no me queda claro si se cuestiona la Revolución como paso previo al Fascismo. Los obreros no dejan de seguir simplemente a un caudillo que los guía.

Por otra parte, la chica humana es magníficamente perseguida por la luz, en una forma original de descubrir el espacio, sólo con un foco. Es como el Gran Hermano que la vigila en la oscuridad, donde no hay escapatoria. Hay una búsqueda de ciertos efectos impactantes (manera en que la cámara se acerca -con la mano- al trozo de vestido). Así, el interior, es entre gótico y expresionista. Recuerda la atmósfera enigmática de Víctor Hugo o de los cuentos góticos de Karen Blixen (Isak Dinesen). También tiene algo del Panteón, el espacio vacío isotrópo bajo la cúpula. Las escaleras son de caracol, el helicoide (también recuerda el Monumento a la Tercera Internacional, del constructivista  Tatlin), también como forma geométrica insólita. Las arquitecturas industriales de Auguste Perret, el Protorracionalismo, esa optimización del trabajo de los obreros, en grandes espacios que también sirven como lugares de control. El precioso interior de ese canal subterráneo con aspecto de gran cisterna, recuerda la Fábrica de Turbinas de la AEG, de Peter Behrens. Es un cañón con cerchas metálicas. El valor del acero, nuevo material constructivo. Pero esa cercha conserva el lenguaje del siglo XIX.

Maravillosos efectos caleidoscópicos, lámparas troncocónicas… el impacto sobre el espectador.

sábado, 23 de abril de 2011

METRÓPOLIS de Fritz Lang (1/3)

 Decoradores: Otto HÜNTE, Erich KETTELHUTE, Karl VOLLBRECHT











  
“Metrópolis” es una película que plantea la Historia en el futuro. Un futuro que se nos antoja un tanto desajustado, pero por mucho que pueda equivocarse el Cine con los tiempos que aún no se conocen, esta película es visionaria.


El Berlín de los años anteriores a las vanguardias, era la ciudad apelmazada de las Miet-Kassernen, esas macromanzanas que se colmataban, dejando patios interiores mínimos e insalubres. La masificación sin orden ni concierto. Estas situaciones invivibles se tradujeron en los grandes ensanches de Europa. En el consciente colectivo, la nueva ciudad se construye a base de grandes avenidas y boulevares, el espacio público “crece”. La ciudad norteamericana crece de forma diferente, aunque se extiende como conurbación, tiene un planeamiento que depende de los altos precios del suelo, tiene que buscar la economía en la solución de edificios en altura, aunque lo haga con ese urbanismo historicista, muy inspirado en la Historia del Arte. La ciudad de nuestros días, sigue creciendo, en un fenómeno bimembre de explosión e implosión (extendiéndose y completándose).






















Empieza la utopía con un rascacielos en forma de zigurat. Vemos el aire Art-Decó en la Arquitectura –presente en rascacielos neoyorquinos como el Chrysler Building-, y también vemos las arquitecturas fantásticas de los dibujos de Moebius. El viario no es calle necesariamente, la torre diluye la calle corredor. Además el tráfico toma caminos distintos y los edificios aparecen como elementos más autónomos, que empiezan a definirse sin una forma específica. Fritz Lang nos enseña ese “querer elevarse”, y que el ser humano en el futuro pierde cierta vinculación con el terreno. Aunque los edificios tienen sus raíces bajo la superficie, utiliza las pasarelas elevadas (y además mucho) y refuerza la intención con los transportes aéreos. Hay pequeños aviones, que aparecen como moscas –paradoja: en lugar de como grandes artefactos símbolo del maquinismo-. Quizás porque los aviones representaban esa nueva era tecnológica -todo lo que intentó Leonardo en el Renacimiento se ha hecho realidad-, no existe necesidad de “futurizarlos”. Es importante la nueva dimensión que adquiere el espacio, el deseo de explorar y colonizar el espacio aéreo, y asumirlo como isótropo. Y es esencial el punto de vista de esta macrociudad que se nos viene encima, tan pegado al suelo (vistas de gusano), destacándose la magnificencia y lo moderno. Remite a uno de los dibujos del futurista Sant’Elia, en que se ve un gran rascacielos y un avión surcando el cielo, los nuevos dioses que llegan con el siglo XX.

Para las vanguardias, la máquina reúne esas características precisas del espíritu nuevo, que debe ser común a todo ser humano. Con esta intención, Lang (que era arquitecto) muestra el movimiento, los relojes inauditos, con unos números de tipografía extraña,  insólita, los vapores, los aspersores, las puertas mecánicas; todos ellos signos de un nuevo ritmo de los objetos. Como en “El Soldadito de Plomo”, los objetos cobran vida.


Con respecto al lenguaje, vuelvo a ver relaciones tanto con la arquitectura de  Otto Wagner y la secesión vienesa -en la precisión y el tipo de modulaciones-, como después con Adolf Loos, en la austeridad de las fachadas. La Escuela de Chicago fue precursora de los edificios en altura, pero hasta después de Sullivan no se omitieron los detalles decorativos. En “Metrópolis” se prescinde de toda decoración, salvo en las formas artísticas del edificio del magnate Fredersen.

Pero también existe la propuesta subterránea, la ciudad crece hacia abajo. Los obreros se dirigen cabizbajos a sus puestos de trabajo bajo la tierra, con las condiciones de presión física, moral, tectónica, que supone. Todos van vestidos igual, y ahí  el asunto del uniforme adquiere relevancia, porque es una forma de denegar la individualidad de cada uno de ellos; es como una orquesta o un ejército, en que cada individuo actúa de forma dependiente con los demás. Cada engranaje tiene su razón de ser en el funcionamiento -sincrónico o sucesivo- en conjunto con el resto de la maquinaria. Pisados por un mundo mejor, todos estos desposeídos son iguales, actúan como autómatas, inferiores a otros que disfrutan solazándose en la vida exterior. Como en “Brave New World” de Aldous Huxley, donde la población es seleccionada. Como “1984” de Orwell, como algunos relatos de Isaac Asimov.













marta guirado

sábado, 16 de abril de 2011

cuevas y cascadas

Puertas y ventanas

El espacio se entiende a través de las sensaciones que produce; la temperatura, el sonido. Para las personas que pueden ver, el espacio fundamentalmente es la luz. La forma, el color, la textura. 

Chillida-Tindaya
  
Los espeleólogos encuentran espacios en grietas. La grieta suele ser una puerta que penetra un haz de luz que incide sobre la materia. 

www.el-buskador.com/galeria/img-wallpapers-ice-cave---glacier-alaska-5573.htm

En esas oquedades encienden sus linternas. Entonces surge un espacio desde la luz.
Si no hay linterna, el espacio que se percibe es el negativo del anterior. La grieta es entonces la ventana al mundo, y la oquedad es un espacio desde la sombra.

Shibboleth, grieta de Doris Salcedo en la sala de turbinas de la Tate














Cuando en la ventana de la caja oscura hay una cortina de agua, ésta es transmisora de la luz, y además el espacio interior parece fluctuar. Se convierte en un espacio cambiante, porque el reflejo de la luz a través de la cascada es siempre distinto del anterior.

Ese espacio ¿es realmente cambiante o es otro distinto?

lunes, 11 de abril de 2011

tamaño y distancia

La ilusión óptica existe en la Naturaleza, en forma de camuflajes: el oso polar que se tapa la nariz para cazar, animales que asimilan su forma a la de las plantas, que colorean su piel en función del fondo, animales que se transforman en otros animales (caso de la mariposa que imita al búho) que difuminan sus límites (como la cebra), y animales que eliminan todo movimiento. 

la serpiente que no veis










Hay muchos tipos de ilusión óptica. Yo, siguiendo la estructura de mi programa educativo para 4º de ESO, que consta de 3 proyectos, que son los siguientes:

Bloque 1. Figura y fondo. Las dos dimensiones
Bloque 2. Cuerpo y espacio. Las tres dimensiones
Bloque 3. Espacio y tiempo. La cuarta dimensión

Propongo un recurso icónico que corresponde a una actividad del tema 3 del bloque 2.

                  2.3. RELACIONES ESPACIALES
                           Espacio exterior
                                    Naturaleza, lugar, orientación, vistas           
                           Espacio interior
                                    Conexión, contigüidad y articulación
                           Tamaño y distancia
                           La ilusión óptica en 3 dimensiones
                                    Imágenes medias
                                    Plano aparente

Este recurso tiene que ver con:

percepción visual
psicología de la imagen
psicología ambiental
arquitectura
escenografía y decorado
magia

El recurso se encuadra en esta unidad. Pero la ilusión óptica se repite en los tres proyectos, aplicada a los respectivos campos:

Bloque 1. Las dos dimensiones

Ilusiones ópticas de la percepción de la forma:
distorsión
anamorfosis
relación de figura y fondo
contraste y coincidencia




Ilusiones ópticas del color y el contraste:
cansancio de la retina
persistencia retiniana
degradados




















Bloque 2. Las tres dimensiones

Ilusiones ópticas de percepción del espacio:
figuras imposibles en perspectiva isométrica
ilusión de la perspectiva
tamaño, distancia y punto de vista

Bloque 3. La cuarta dimensión

Ilusiones ópticas de percepción del movimiento:
Tiempo y perspectiva = profundidad y movimiento
persistencia retiniana
rotaciones
efecto Moiré




haz clic en estas imágenes
Las 2 ilusiones ópticas que propongo como recurso, tienen que ver con el tamaño, la distancia y el punto de vista. La primera ilusión se llama “imágenes medias” y tiene que ver con la visión binocular o estereoscópica.













La segunda ilusión se llama “plano aparente”, y tiene que ver con la visión monocular. Esta última es el recurso que voy a explicar, y yo lo he llamado


CAJA de ESPACIO APARENTE



 (antes de descubrir que ya existía y que se llama "habitación de Ames")

sábado, 9 de abril de 2011

recurso icónico


CAJA de ESPACIO APARENTE


LOS OBJETIVOS específicos que alcanzo con este recurso son:

Conocer punto de vista V y plano de proyección Л
Comprender la relación entre los puntos de un objeto en el espacio y su    imagen proyectada desde V hasta Л
Analizar el tamaño en función de la distancia
Descubrir el enfoque binocular como mecanismo de apreciación de la distancia (que las tres dimensiones se perciben con dos ojos)
Observar que los ojos y la línea de horizonte están a la misma altura


LOS CONTENIDOS

CONTENIDOS HISTÓRICOS (contextos históricos)

la cámara oscura: el uso proyectivo de la visión monocular (objetivo) y un plano de proyección (el fondo de la cámara)

 
la ilusión en el mundo natural: pero el hombre engaña conscientemente
historia de la perspectiva en la pintura: desde Giotto a De Chirico, pasando por Leonardo…














CONTENIDOS ESTÉTICOS (discursos estéticos)

El gran tema filosófico (ético y estético) de la relación entre apariencia y verdad. Cuando descubrimos que tomamos como verdad las apariencias en función de la probabilidad de que sean verdad. Se pueden basar en la improbabilidad de que una percepción sea casual (cubo percibido como hexágono). La persona, al percibir el engaño aprende a engañar. Al final aceptamos como reales la ficción del cine o del teatro. Hay un principio de complicidad entre el espectador y el espectáculo. Y hay un momento en que deseamos que nos engañen (tenemos la ilusión de que nos engañen).

Lo que uno no tolera es que lo engañen mal (descubrir el truco en el momento en que se produce).


CONTENIDOS PROCEDIMENTALES

relaciones entre punto de vista, tamaño y distancia
















CONTENIDOS DE LENGUAJE

El lenguaje visual es perceptivo e inmediato

planos que forman el triedro trirrectángulo
         (En una perspectiva normal, un plano horizontal y dos verticales             -ortogonales entre sí- forman este triedro de referencia).
         plano geometral (suelo que pisamos)
         plano horizontal (pasa por el ojo)
         plano de desvanecimiento (es vertical y pasa por el ojo)
         plano aparente



LA METODOLOGÍA

La metodología es empírica y activa, porque el empleo del propio recurso, provoca un aprendizaje por descubrimiento. El factor sorpresa hace que el alumno trate de responder la pregunta:

¿Por qué en la caja 2 objetos iguales se convierten en distintos?
 
Los fundamentos del recurso son:
Un punto de fuga (perspectiva cónica frontal)
Un punto de vista efectivo (visión monocular)




Los mecanismos de aprendizaje de la distancia son 3:

3.    el movimiento del punto de vista


Por eso en las ilusiones ópticas tridimensionales se anulan esas 3 capacidades mediante 3 procedimientos:

1. contra la acomodación del cristalino se usan distancias más grandes, aproximadamente mayores a 1 metro

2. contra la visión binocular se obliga a mirar con un solo ojo

3. contra el cambio de punto de vista se obliga a mirar por un agujerito, y así engañar al ojo (engañar al cerebro)




habitación de Ames




















Nuestras percepciones visuales están basadas en la experiencia, que es estadística: siempre esperamos ver lo que es más probable ver. 

Por ejemplo, un cubo de alambre en perspectiva isométrica que sólo se ve desde una dirección muy concreta y a gran distancia Como es altamente improbable apreciar como paralelas, líneas que en realidad lo son, lo más fácil es que percibamos ese cubo como una figura plana (un hexágono).

Otros signos pueden ser la textura, el color, y los cambios de luz y sombra.

Por ejemplo si se percibe el alzado de un cilindro de lejos, con una iluminación en la dirección del punto de vista (como la linterna del casco de un minero, de tal forma que no haya diferencias de claridad entre sus puntos = que no haya sombras) se percibirá como un rectángulo plano.

El cuerpo de color hace que cuando uno de los colores se oscurece, adquiera tonalidades del color complementario (caso de las imágenes eidéticas).

Ejemplo: mirar al sol por la mañana, y ver un punto negro hasta la hora de la merienda.

Pero esa es otra unidad didáctica.

la ilusión óptica

El trampantojo (trampa ante el ojo) es un técnica que trata de provocar en el espectador confusión entre elementos pintados y elementos reales, para provocar la sensación de materialidad  de objetos bidimensionales. La perspectiva contribuye a reforzar la ilusión de realidad

¿dónde empieza el techo de San Ignazio? La perspectiva ilusionista

















Este es el techo de la iglesia de San Ignazio de Roma, pintado por Andrea Pozzo en 1626 Amplía la imagen y piensa qué forma tiene en realidad. Pozzo trató de reproducir el cielo (bóveda celeste). Esas ventanas, ¿crees que son reales? ¿y la cúpula? Piensa en las ventajas  y las posibilidades de la corrección en la perspectiva. Busca otra imagen de la misma bóveda desde otro punto de vista.

Ilusión y trampantojo van unidos aunque no son equivalentes. Mientras que el ilusionismo reclama la ayuda de la imaginación, el objetivo del trampantojo es engañar al propio ojo, mediante un duplicado de la realidad, reproducción que es la obra de arte.


reflejo del matrimonio Arnolfini













La ilusión produce en el espectador la sensación de que se encuentra en otro sitio, en un espacio imaginario, casi onírico. El trampantojo es un fragmento, un trozo fingido. El contemplador no modifica su situación en el ambiente; simplemente es engañado,por un objeto que él cree real y no es sino pintura. Como un desafío de la pintura para que se admire su capacidad para engañar al sujeto.



¿Puede un objeto tridimensional ser definido desde un solo punto de vista sin dar lugar a errores de percepción? ¿qué dices de un objeto plano? Mira lo que sucede con el cubo imposible de Escher, cuando lo trasladamos al mundo en 3D ¿por qué sucede esto? ¿por qué los animales normalmente tienen dos ojos? lee este enlace sobre la visión estereoscópica.

Busca obras con puntos de vista curiosos, que juegan con el espectador, como la de aquí abajo, el Cristo muerto de Mantegna. En alguna peli antigua de romanos, trata de distinguir los decorados de paisaje, fíjate como se sugiere la distancia, ¿detectas los trucos de efecto?

el escorzo

También puedes buscar algún videoclip que juegue con esta idea, y encontrar transformaciones asombrosas como las que suceden en la peli de Christopher Nolan, Inception (Origen en español). Visita este otro enlace para verlo.

¿Conoces al ingeniero japonés Kokichi Sugihara? Mira esto !!

Y también este vídeo:


sábado, 2 de abril de 2011

sobre algunos temas en el Baldeweg de Quetglas

Lo que sigue es un comentario al texto de Josep Quetglas “La cámara clara de Salamanca [Sobre algunos temas en Baldeweg]”. En El Croquis, nº 54. 1992. pp. 28-33.


Estamos tan preocupados por la Historia, que para crear necesitamos siempre un requisito de originalidad. Así ocurre en el arte contemporáneo. “Esto ya lo han hecho, esto está manido”, en realidad prejuicios que crean una contingencia que acaba devorando la obra.

Desde la aparición del reloj (para Lewis Mumford en “Técnica y civilización”, el primer gran invento, por delante de la máquina de vapor), que divide y subdivide el tiempo, vivimos éste como una sucesión de instantes en lugar de mostrársenos como un continuo.

Por no saber o no poder remontar el curso del tiempo (…) no podemos ir hasta ellos porque entre ellos y nosotros hay un obstáculo interpuesto, que es cuanto nosotros sabemos de ellos”. Es nuestra consciencia la que nos separa, ya no podremos ser libres de no saber, hemos perdido la inocencia del que ignora. Jamás sabremos lo que fue la obra en aquel momento, nuestra óptica es la de entender la obra a través de todo lo que supuso después. He aquí una entelequia, una virtualidad, la operación mental mediante la que tratamos retrospectivamente un objeto como si siempre hubiera sido aquello que llegará a ser. “En 1933 Hitler no era todavía Hitler”. Vemos las cosas del pasado tal y como hoy se han desarrollado todas sus potencialidades. Es una visión llena de connotaciones, en las lecturas a posteriori la sugestión juega un papel determinante. Porque la entelequia es una cosa irreal que sólo existe en la mente de quien la imagina, o de quien cree conocerla.

En esta realidad inventada desde el futuro, durante el proceso de creación hay que optar, y optar es responsabilizarse. La opción del histrión es hacer lo que hizo el otro. El histrión no crea, ni se lo propone. Respeta el pasado y lo reproduce, pero con honestidad. El clásico se escapa de la no originalidad. No le importa hacer lo que le toca hacer, y lo que crea no lo sitúa en el tiempo.

Lo que Borges parece decir de Ménard, que es el que escribe “aquel mismo libro”, sin copiarlo ni reescribirlo (lo que parece un chiste), es lo que puede decirse de un arquitecto clásico, que no se plantea posicionar su obra en el tiempo, la realiza en su presente.

El arte moderno es simultáneamente inclusivo y exclusivo”. La inclusividad de un gran vientre que lo digiere todo, que absorbe cualquier obra anterior y la interpreta desde la concepción de lo presente. Incluso desplazándola de su propio contexto. Es la tribu africana. Y a la vez lo quema todo. La exclusividad de aquello que no se puede volver a hacer. El valor de lo único. Cómo el mundo capitalista fija ciertos bienes de uso inmediato, y el arte acaba siendo objeto de mercado.

Quetglás no se atreve a definir a Baldeweg, a definirlo en el sentido de catalogarlo, ni siquiera por su actividad. Porque llamarlo pintor, escultor o arquitecto en verdad es excluírlo. Obviar que es alguien que hace cosas. Como si dijéramos: “sólo hay un creador, el que en cada momento está creando”. No se debe encasillar al creador, ya que no es un ego, es creador. El creador en el momento en que está creando, es el único creador. UN creador es dependiente de la Historia, no es un ego inmenso, mientras que EL creador es independiente de la Historia. ¿Se cuestionaban su posición de creadores, verdaderos genios como Miguel Ángel o Leonardo, o simplemente se planteaban crear? El creador está por encima de lo que él es. La actividad creadora (la Arquitectura) está fuera de la Historia, pero la Historia sirve a la Arquitectura en cuanto que tiene valor como documento, y no es posible proyectar sin conocimiento.

Esta primera parte del texto de Josep Quetglás habla sobre la necesidad de que el creador se emancipe de la Historia del Arte y no se deje abrumar por los requisitos de lo moderno.

La segunda parte, que es la que sigue, habla sobre la importancia, la necesidad de ver bien. El “saber ver” de Bruno Zevi, y el “aprender a ver” de John Berger.

Rankin Waddell. Eyescapes

  









 

El ojo no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve
Antonio Machado

Peter Handke explica que el proceso de trabajo es un despojarse del traje, una despreocupación por la moda. Trabajar es crear. “La mirada que nada significa”, sobre la que no cabe opinar. La palabra por sí misma no significa nada, la palabra sólo es un signo del concepto. Significar es llevar un signo. Cuando no trabajas bien, la obra no adquiere vida propia (no dirige la mirada). Hay una mirada que está por encima del signo, del atributo, de las connotaciones que la acercan a un concepto. El lenguaje es la arquitectura, no la descripción de la arquitectura, lo que dice cuando ya está madura. Hasta que la obra no habla, todo lo que se diga sobre ella no tiene sentido.

El autor tiene que mantener la coherencia hasta el final. No debe comprenderse el proceso de creación como una sucesión de instantes donde toma decisiones independientes, eso no es libertad. La libertad en realidad es la libertad de todo el proceso, no de cada instante. La libertad consiste en buscar el proceso correcto, el trabajo te mira porque tiene una autonomía. La autonomía es la verdadera libertad.

Quetglás se sitúa en una posición objetiva para explicar mediante sus propias sensaciones, más que describir, la obra de Baldeweg. Se va acercando al lugar, penetra, se hace pequeño, atraviesa, sube. Cree estar en otro lugar (el pabellón de Barcelona, quizás, con la bandera alemana en la alfombra roja, el muro amarillo y el muro negro). Se asoma y queda suspendido en el “intersticio”, atrapado entre dos corrientes. De repente, hay una cúpula flotando. Compara la cúpula con su propio reflejo. La decoración es el borde. Y la forma también lo es. Las formas se conocen desde sus fronteras. La relación figura-fondo del Barroco, un  límite no definido, que confunde, que es atmósfera, persuasión y ambigüedad. El positivo y el negativo. El yin y el yan. Las formas, como el conocimiento, son sus límites. El límite del conocimiento es en realidad el contacto con todo lo demás, que es lo que no se conoce, lo que no se sabe. El borde es importante hasta en las cáscaras. En él está el conflicto, puede que sea porque ahí se produce la acumulación de cargas.

Hay una dualidad muy presente cuando se trata de espacio negativo y positivo, vacío y lleno, fuera y dentro. Ambigüedad y ambivalencia. No siempre, pero a veces son espacios reversibles. Y hay dos formas de ver la Arquitectura, la arquitectura planteada para algo y la arquitectura planteada para ella.

En la cámara oscura lo importante es la imagen que contiene. Un belvedere es un sitio con una bella vista. En Santa María del Naranco, el contenido es una visión al paisaje desde sus ventanas, en este caso el contenido es paradójicamente exterior. En esos lugares, lo ideal es no ver la cámara. Exactamente como ocurre bajo el manto de una antigua cámara de fotos donde “sólo puede verse lo que se ve”. En la capilla de Aquisgrán, el contenido es interior, es un altar, un relicario. La capilla es un museo. Un espacio con direccionalidad. Es el espacio servidor de Kahn. Podría ser un espacio desde la sombra.

En la cámara clara lo importante es el ojo. Un espacio para él mismo. Objeto que ve, que controla. La cúpula se mantiene como al margen. En el Panteón de Roma, no hay altar, su centro es un vacío. Debajo de ciertas cúpulas se produce una sinestesia-cenestesia (sensación general del estado del propio cuerpo, que se percibe como síntesis de las sensaciones internas) una confusión de los sentidos una interpenetración de sensaciones. En los espacios miradores, el propio espacio es el ojo. Hay una sensación (visual) de que estás en el ojo. O de que tú eres el ojo. A veces con una mano parece poder tocarse la luna. Un espacio en parte inútil, en ocasiones simplemente hermoso. El espacio servido de Kahn. Y podría ser un espacio desde la luz.



Cuando la obra mira, el creador no debe hacer lo que le venga en gana porque puede crear incoherencias. La obra ha hablado, el creador debe oírla. 

marta guirado